domingo, 21 de abril de 2013

Hablemos de autores: Edgar Allan Poe

¡Hola a todos! Hoy estrenamos una nueva sección en el blog llamada <<Hablemos de autores>>. Como su nombre lo indica, esta sección se basa en analizar la forma de escritura de un único autor, el género o géneros que abarcan sus escritos y la influencia sobre ese género.

Para inaugurar la sección quiero que hablemos de Edgar Allan Poe. Un autor de terror que me encanta y seguro que a alguno de ustedes también.




Primero vamos a ver aspectos generales de su vida: nació en Boston el 19 de Enero de 1809 y murió en Baltimore el 7 de Octubre de 1849. Sus padres biológicos murieron a corta edad y fue adoptado por los Allan.
Abarcó varios campos de la literatura como el cuento corto, la escritura gótica, la novela detectivesca y los cuentos de terror, su principal legado literario. Escribió acerca de temas nada usuales para la época, temas que despertaban el horror de las personas, hablaba acerca de la locura, la cosmología, la tortura o la nigromancia mediante la hipnosis.



Yo tengo un libro de Porrua que recopila varios cuentos de horror de Edgar Allan Poe y dos de sus novelas, los títulos son: El barril de amontillado, La caída de la casa Usher, El gato negro, El corazón delator, Descenso al Maelström, El pozo y el péndulo y El extraño caso del señor Valdemar.

Edgar fue un escritor que forzaba a sus lectores a usar su imaginación a la fuerza debido a los grandes detalles que narraba acerca de lo prohibido, de situaciones que rozan lo inhumano; este magnífico autor ha logrado cruzar infinidad de veces la línea moral y ha logrado volver intacto con su dignidad de escritor en alto.
Esto fue lo que leí en todos y cada uno de sus cuentos, un poder escondido en cada uno, un poder de maldad que contradice lo ético. El barril de amontillado expone ante el lector como un alma frustrada mediante el acoso y la burla se vuelve salvaje, distante de lo moral, lo ético y lo correcto cuando todo lo que le importa es la venganza, ese hermoso sentimiento que se logra al saber que tu verdugo es ejecutado frente a tus ojos y eres tú el que le pone la soga al cuello. De cómo somos capaces de matar por un poco de tranquilidad, ante el hartazgo de un mísero ser humano.



Quien conozca a Edgar Allan Poe y no haya leído El corazón delator, no merece hablar de él; este cuento es por lejos el más famoso, icónico y representativo (junto con El gato negro) de toda la ideología de maldad y decadencia humana de los escritos de Poe. El corazón delator trata sobre la desesperación, la angustia que nos impone la sociedad al cometer un acto que ellos consideran inmoral, sucio, de animales sin razón.

El pobre protagonista, del cual nunca se revela su nombre, es torturado sin querer por el ojo del anciano con el que convive forzosamente; pero ese ojo lo penetra sin siquiera mirarlo, le destroza el alma en mil pedazos y le quita todas las fuerzas restantes, cada día está más loco por ese maldito ojo. Llevada la paranoia al extremo, con un odio inexplicable decide deshacerse de una vez por todas del anciano y del ojo, ¡Maldito ojo que tiene vida propia! Al satisfacerse de su hazaña se da cuenta de que su sufrimiento no termina, la tortura del anciano sigue presente, pero ahora de forma que sospecha de todo el mundo y no puede confiar en nadie, todos lo van a delatar ya que al igual que el escuchan el latido del viejo floreciendo después de muerto.

Una noche la policía llega a su casa por una denuncia de que ha estado ausente al anciano, él lo sabía, un vecino lo traicionó y ni siquiera sabía quien es. De todas formas no se niega pero antes de invitarlos a pasar esconde al anciano en el sótano enterrando su inerte cuerpo en las tablas de madera, que escondite más perfecto; los policías llegan al sótano y se ponen a platicar pero hay algo extraño, ¡suena un corazón proveniente del piso! Será sólo la imaginación paranoica del pobre sujeto con el alma débil y quebradiza, pero a medida que pasa el tiempo se vuelve más y más fuerte el sonido y todo parece ir en su contra, los policías no notan el corazón, serán sordos o le tendieron una trampa para autodelatarse, sólo eso puede ser, ¡el maldito viejo y su ojo planearon esto desde un inicio!
Llega un momento donde no puede más y su locura lo delata revelando el homicidio, traicionado por su cerebro cuando no había nada que temer.


Pues este es el final de esta entrada, espero que les haya gustado, déjenme su opinión acerca del autor en los comentarios y cuál quieren que sea el siguiente autor. ¡Nos vemos luego!

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